¿Alguna vez te has sentido un fraude? ¿Experimentas a menudo un intenso temor a
fracasar? ¿Consideras que no estás capacitado para el trabajo que realizas y, a
pesar de todo, sigues recibiendo elogios? Si has contestado “si” a alguna de
estas preguntas, puede que estés padeciendo el Síndrome del Impostor.